Una cadena de valor solidaria por una
Mendoza sin Hambre
QUIÉNES SOMOS
Somos una organización sin fines de lucro que contribuye a reducir el hambre, malnutrición y desperdicio de alimentos, rescatando de manera trazable y segura, alimentos aptos para el consumo humano antes de que sean desechados.
Los alimentos rescatados son almacenados, clasificados y distribuidos entre entidades de ayuda comunitaria: comedores, hogares de niños y de ancianos, centros comunitarios y de apoyo escolar, entre otros.
De esta manera, le damos un valor social a aquellos alimentos que perdieron su valor comercial, evitando su desperdicio y haciendo que lleguen a las personas que más lo necesitan.
Recuperamos los alimentos a través de donaciones de empresas de la industria alimenticia o acopios, programas de recupero de frutas y verduras, rescate de mermas de supermercados, colectas y campañas, entre otras acciones.
También, trabajamos para educar acerca de la naturaleza del hambre y sus posibles soluciones como también sobre la importancia que tiene una sana nutrición para el crecimiento y desarrollo humano. Contagiamos el espíritu solidario y difundimos valores humanos por medio del trabajo articulado entre los diferentes actores sociales, a fin de aunar y coordinar esfuerzos para cumplir su misión.
NUESTRA HISTORIA
Los primeros pasos de la Fundación Banco de Alimentos Mendoza están ligados al contexto sociopolítico que atravesaba el país en diciembre de 2001. Los centros comunitarios, comedores y demás organizaciones sociales estaban desbordados a causa de la situación que se desarrollaba. Además del deterioro de la economía, existía un hecho puntual que empeoraba la situación: los planes provinciales de alimentación llevaban 3 meses sin llegar a los comedores.
Esta sensación de emergencia colectiva movilizó a un grupo de empresarios, quienes, a través de la fortaleza de cada una de sus empresas, sintieron la necesidad de apoyar a la comunidad y al derecho a la alimentación de los niños.
Se generó entonces un gran vínculo de confianza, con un emprendimiento bien gerenciado y participativo en su gestión, conformado por un consejo asesor, integrado por referentes de las organizaciones sociales, y una comisión directiva que delineaba los pasos del proyecto.
El 10 de abril de 2002 queda oficialmente creada la Fundación Banco de Alimentos Mendoza. En ella se vislumbraba una solución logística entre el alimento que se desecha -cuando podría ser consumido-, y las personas en riesgo nutricional. No se trataba de una mera distribución de comestibles sino de un complementario nexo entre dos mundos diferentes: las empresas y las personas más necesitadas.